El evento es que no hay evento.
Pues sí, gracias a las denuncias
de los ocupantes del bar de enfrente y a la labor conjunta de la Policía
Local y la Guardia Civil me veo obligado a suspender mi agenda de
conciertos.
Consideran que a pesar de que a mis horarios no eran un
problema para los vecinos (solo para la envidia de la competencia) debo
sacar una licencia como bar-conciertos.
...Salvo eventos
excepcionales, los pubs y bares de pequeño aforo, no pueden organizar
conciertos. No estoy hablando de volumen, de horarios, de
insonorización, de licencias, de aforo, de medidas de seguridad, de esas
cosas que podrían interesar a la gente... Estoy diciendo que es
imposible que un bar pueda obtener una licencia que le permita organizar
conciertos. Un "bar con música" puede poner música "enlatada" con un
límite de decibelios. Pero la música tiene que ser pregrabada, no puede
ser alguien con una guitarra acústica, no se nos vaya a desmadrar la
gente. De hecho, también es imposible que un bar organice cualquier otro
espectáculo que no sea poner música pregrabada y otras bebidas. En un
bar no puede haber cuentacuentos, mimos, monólogos o actuaciones de
humoristas, pequeñas piezas de teatro, sombras chinescas,
prestidigitación. No puedes hacer esas cosas si no tienes la licencia
apropiada. Y la licencia apropiada no existe en mi municipio. Existe una
licencia general a nivel regional cuyos puntos es imposible cumplir (y
creo no los cumple ningún local con conciertos en Cantabria).
Sí,
algunos lo hacen y no les ponen pegas pero eso es debido a que los
vecinos no se oponen y a que a las autoridades hacen la vista gorda. No
es mi caso, a pesar de que en mi municipio, Marina de Cudeyo, otros si
lo hacen (La Cambolita, El Apeadero, La Tina, Terzuelo, El Culebrero,
Bar Raba…).
La ley lo prohíbe, pero sigue existiendo. Esta pauta
es muy habitual en España: la norma es "demasiado" restrictiva pero en
realidad no se cumple. En este contexto, desaparecen los parámetros
objetivos que permiten generalizar las expectativas y queda sólo la
arbitrariedad y la realidad del poder descarnado. Se puede tocar o no
dependiendo de si Venus está alineado con Marte, de la fiebre que le
entre a los poderes locales, de lo bien que te lleves con tus vecinos,
con los políticos o con la policía, de tus relaciones con los poderosos.
Pero, además, la cosa puede ser confusa. Hay bares malditos y hay
agravios comparativos. Se plantean prejuicios sobre formas de vestir o
sobre los grupos sociales a los que supuestamente les gusta tal o cual
música. En mi caso, mi crimen es organizar conciertos de rock, metal o
punk.
Hay un tremendo caos jurídico al servicio de las
incoherencias del poder. No puede discutirse sobre elementos
objetivables como el volumen, el horario o la insonorización. Si no
tienes licencia -y no puedes tenerla- te puedo crujir. Pero lo haré
cuando me apetezca, o cuando me convenga.
Para muchos músicos o
artistas profesionales, constituye directamente un medio de subsistencia
del que se los está privando y aquí estamos tocando el estómago de los
currantes y, por tanto, un tema de importancia esencial. Muchos otros
que hoy son profesionales más instalados y que no necesitan tocar en
bares pequeños, llegaron a donde están porque "cogieron tablas" en algún
sitio; nadie va directamente del garaje de su casa al Royal Albert
Hall, la "cantera" tiene que estar en algún sitio. Muchos otros no son
profesionales ni lo serán nunca; son, gente que ama la música y que
necesita compartir con los demás la música que les nace sea del tipo que
sea… del mismo modo que el "fútbol" no es sólo la liga profesional sino
también los chavales que juegan en el campo de la barriada bajo las
miradas de sus parientes y de cualquiera que pase por ahí y le interese
el asunto, la "cultura" no está hecha sólo de grandezas, sino también de
las pequeñas hazañas de la gente de a pie que "cultivó" su creatividad.
Por
otra parte, muchos pequeños empresarios tenemos la inquietud de
organizar cosas "culturales"; creemos que nuestro trabajo no debe ser
solamente servir bebidas, sino que también queremos intoxicaros de
cultura, de música y de belleza, venenos que afectan al alma, pero que
dejan el hígado sano.
Por último, mucha gente necesita
(necesitamos) este tipo de eventos que son más baratos, producen un
ambiente más íntimo y generan un tipo de relaciones entre la gente que
son diferentes a los de conciertos más concurridos (e incluso a veces
permiten el intercambio y la colaboración entre los músicos de modo
distendido).
Nuestro proyecto nació de la sugerencia de Carlos
Obregón, cantante de Pandemonium Light y saxofonista de Ni Fun ni Funk.
Era una forma de dar más ambiente al local, una posible mejora económica
y para mí, sobre todo, una forma de apoyar al mundo del rock cántabro.
Nos pusimos en contacto con Faltos De Riego, por su amistad con nosotros
e inauguramos La Marina Rock el 1 de abril. Preparamos nuestra terraza
musical lo mejor que pudimos con nuestros limitados medios y tras el
primer concierto seguimos arreglando el escenario y reparando los
errores. También mandamos mensajes a otros grupos al azar por internet y
a otros grupos como Acaraperro y Pandemonium Light, respondiéndome casi
todos favorablemente. Luego todo fluyó solo y muchísimos grupos se
pusieron en contacto con la idea de tocar aquí. Me di cuenta de la
realidad, poquísimos lugares que celebren conciertos y todavía menos
para nuestro tipo de música. Pronto llegó la prohibición para celebrar
los conciertos en la terraza y finalmente para hacerlo incluso en el
interior, amenazas de la Guardia Civil desproporcionadas. Todo ello pone
en peligro nuestro medio de subsistencia y no nos queda más remedio que
agachar la cabeza y buscar alternativas.
La solución: realizar
conciertos puntuales previa autorización de la Consejería de Presidencia
y Justicia del Gobierno de Cantabria . Para ello habrá que ver los
requisitos requeridos y pagar los 48 euros que piden por el permiso
(siempre el dinero…). Ya os contaremos en el futuro si es posible o no.
Por
último dar las gracias a Obregón y Javivi Mier por su ayuda, ideas y
consejos. A Tito por su apoyo y a los Pande y Acaraperro en general. A
Ramón “el canadiense “ y a José “hormigón” por su colaboración, a Figo
mi asesor jurídico 2por la cara" por estar siempre dispuesto a ayudar. A
los grupos que tocaron (Faltos de Riego, Paquito y el Serbio Malo,
Acaraperro, Los Escapaos, Dale Dúru, Pandemonium Light, Shaft Gordon,
Crisis Christ, Balance de Daños, Proyecto Hombro, Colourless, Well of
Anger, Sez-Naus, Javi Guti y Miri, ZeN, Wet Knickers, The Blackjaw, a
los “okupas” de The Rises, Daylight y Thanks to Losers ); a los que iban
a tocar (CYRQUX , MENOS LOBOS, SACAESPINAS, ALL IN ,GRANADA GOBLIN,
PANK-MAN, BACKLASH, PROYECTO HOMBRO, CARAVANA MORIARTY, PAGARÁS POR
VERNOS, TRAGO LARGO, PISTOLLICA ROCK , BALANCE DE DAÑOS, AIRARE NUF, THE
ROÑAS, HARDKADA,,RECESIÓN, REX INVICTUS, LOS PARALITIKOS, ZIRCUITO
ZERRAO, ACARAPERRO, THE ANUNNAKI SONS, DAÑO COLATERAL, TSG, REBORN ); a
los que íbamos a buscarles fecha (Sekuencia, Capitán Guinea, Donkey
Punch Zurita, Black Stäin…) y a los que estábamos en comunicación
(Bifrost, Mordor, UnderNoise, Marlenne, Jumpin Jacks) o se interesaron a
última hora como In Wolf We Trust o no pudieron tocar por diversos
razones (SinBat, Pandemia, Insurrectos, Dark Aladas,Tranki y los Palos
de Blues,etc.).
Noé, tasquero-jefe en La Marina Rock.
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