jueves, 27 de octubre de 2011 Censura al bar "La Marina Rock"

El evento es que no hay evento.

Pues sí, gracias a las denuncias de los ocupantes del bar de enfrente y a la labor conjunta de la Policía Local y la Guardia Civil me veo obligado a suspender mi agenda de conciertos.
Consideran que a pesar de que a mis horarios no eran un problema para los vecinos (solo para la envidia de la competencia) debo sacar una licencia como bar-conciertos.

...Salvo eventos excepcionales, los pubs y bares de pequeño aforo, no pueden organizar conciertos. No estoy hablando de volumen, de horarios, de insonorización, de licencias, de aforo, de medidas de seguridad, de esas cosas que podrían interesar a la gente... Estoy diciendo que es imposible que un bar pueda obtener una licencia que le permita organizar conciertos. Un "bar con música" puede poner música "enlatada" con un límite de decibelios. Pero la música tiene que ser pregrabada, no puede ser alguien con una guitarra acústica, no se nos vaya a desmadrar la gente. De hecho, también es imposible que un bar organice cualquier otro espectáculo que no sea poner música pregrabada y otras bebidas. En un bar no puede haber cuentacuentos, mimos, monólogos o actuaciones de humoristas, pequeñas piezas de teatro, sombras chinescas, prestidigitación. No puedes hacer esas cosas si no tienes la licencia apropiada. Y la licencia apropiada no existe en mi municipio. Existe una licencia general a nivel regional cuyos puntos es imposible cumplir (y creo no los cumple ningún local con conciertos en Cantabria).

Sí, algunos lo hacen y no les ponen pegas pero eso es debido a que los vecinos no se oponen y a que a las autoridades hacen la vista gorda. No es mi caso, a pesar de que en mi municipio, Marina de Cudeyo, otros si lo hacen (La Cambolita, El Apeadero, La Tina, Terzuelo, El Culebrero, Bar Raba…).

La ley lo prohíbe, pero sigue existiendo. Esta pauta es muy habitual en España: la norma es "demasiado" restrictiva pero en realidad no se cumple. En este contexto, desaparecen los parámetros objetivos que permiten generalizar las expectativas y queda sólo la arbitrariedad y la realidad del poder descarnado. Se puede tocar o no dependiendo de si Venus está alineado con Marte, de la fiebre que le entre a los poderes locales, de lo bien que te lleves con tus vecinos, con los políticos o con la policía, de tus relaciones con los poderosos. Pero, además, la cosa puede ser confusa. Hay bares malditos y hay agravios comparativos. Se plantean prejuicios sobre formas de vestir o sobre los grupos sociales a los que supuestamente les gusta tal o cual música. En mi caso, mi crimen es organizar conciertos de rock, metal o punk.

Hay un tremendo caos jurídico al servicio de las incoherencias del poder. No puede discutirse sobre elementos objetivables como el volumen, el horario o la insonorización. Si no tienes licencia -y no puedes tenerla- te puedo crujir. Pero lo haré cuando me apetezca, o cuando me convenga.

Para muchos músicos o artistas profesionales, constituye directamente un medio de subsistencia del que se los está privando y aquí estamos tocando el estómago de los currantes y, por tanto, un tema de importancia esencial. Muchos otros que hoy son profesionales más instalados y que no necesitan tocar en bares pequeños, llegaron a donde están porque "cogieron tablas" en algún sitio; nadie va directamente del garaje de su casa al Royal Albert Hall, la "cantera" tiene que estar en algún sitio. Muchos otros no son profesionales ni lo serán nunca; son, gente que ama la música y que necesita compartir con los demás la música que les nace sea del tipo que sea… del mismo modo que el "fútbol" no es sólo la liga profesional sino también los chavales que juegan en el campo de la barriada bajo las miradas de sus parientes y de cualquiera que pase por ahí y le interese el asunto, la "cultura" no está hecha sólo de grandezas, sino también de las pequeñas hazañas de la gente de a pie que "cultivó" su creatividad.

Por otra parte, muchos pequeños empresarios tenemos la inquietud de organizar cosas "culturales"; creemos que nuestro trabajo no debe ser solamente servir bebidas, sino que también queremos intoxicaros de cultura, de música y de belleza, venenos que afectan al alma, pero que dejan el hígado sano.

Por último, mucha gente necesita (necesitamos) este tipo de eventos que son más baratos, producen un ambiente más íntimo y generan un tipo de relaciones entre la gente que son diferentes a los de conciertos más concurridos (e incluso a veces permiten el intercambio y la colaboración entre los músicos de modo distendido).

Nuestro proyecto nació de la sugerencia de Carlos Obregón, cantante de Pandemonium Light y saxofonista de Ni Fun ni Funk. Era una forma de dar más ambiente al local, una posible mejora económica y para mí, sobre todo, una forma de apoyar al mundo del rock cántabro. Nos pusimos en contacto con Faltos De Riego, por su amistad con nosotros e inauguramos La Marina Rock el 1 de abril. Preparamos nuestra terraza musical lo mejor que pudimos con nuestros limitados medios y tras el primer concierto seguimos arreglando el escenario y reparando los errores. También mandamos mensajes a otros grupos al azar por internet y a otros grupos como Acaraperro y Pandemonium Light, respondiéndome casi todos favorablemente. Luego todo fluyó solo y muchísimos grupos se pusieron en contacto con la idea de tocar aquí. Me di cuenta de la realidad, poquísimos lugares que celebren conciertos y todavía menos para nuestro tipo de música. Pronto llegó la prohibición para celebrar los conciertos en la terraza y finalmente para hacerlo incluso en el interior, amenazas de la Guardia Civil desproporcionadas. Todo ello pone en peligro nuestro medio de subsistencia y no nos queda más remedio que agachar la cabeza y buscar alternativas.

La solución: realizar conciertos puntuales previa autorización de la Consejería de Presidencia y Justicia del Gobierno de Cantabria . Para ello habrá que ver los requisitos requeridos y pagar los 48 euros que piden por el permiso (siempre el dinero…). Ya os contaremos en el futuro si es posible o no.

Por último dar las gracias a Obregón y Javivi Mier por su ayuda, ideas y consejos. A Tito por su apoyo y a los Pande y Acaraperro en general. A Ramón “el canadiense “ y a José “hormigón” por su colaboración, a Figo mi asesor jurídico 2por la cara" por estar siempre dispuesto a ayudar. A los grupos que tocaron (Faltos de Riego, Paquito y el Serbio Malo, Acaraperro, Los Escapaos, Dale Dúru, Pandemonium Light, Shaft Gordon, Crisis Christ, Balance de Daños, Proyecto Hombro, Colourless, Well of Anger, Sez-Naus, Javi Guti y Miri, ZeN, Wet Knickers, The Blackjaw, a los “okupas” de The Rises, Daylight y Thanks to Losers ); a los que iban a tocar (CYRQUX , MENOS LOBOS, SACAESPINAS, ALL IN ,GRANADA GOBLIN, PANK-MAN, BACKLASH, PROYECTO HOMBRO, CARAVANA MORIARTY, PAGARÁS POR VERNOS, TRAGO LARGO, PISTOLLICA ROCK , BALANCE DE DAÑOS, AIRARE NUF, THE ROÑAS, HARDKADA,,RECESIÓN, REX INVICTUS, LOS PARALITIKOS, ZIRCUITO ZERRAO, ACARAPERRO, THE ANUNNAKI SONS, DAÑO COLATERAL, TSG, REBORN ); a los que íbamos a buscarles fecha (Sekuencia, Capitán Guinea, Donkey Punch Zurita, Black Stäin…) y a los que estábamos en comunicación (Bifrost, Mordor, UnderNoise, Marlenne, Jumpin Jacks) o se interesaron a última hora como In Wolf We Trust o no pudieron tocar por diversos razones (SinBat, Pandemia, Insurrectos, Dark Aladas,Tranki y los Palos de Blues,etc.).


Noé, tasquero-jefe en La Marina Rock.

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